domingo, 2 de noviembre de 2014

Ludus

Me conoces, no te sabes mi nombre, pero me conoces más bien de lo que sientes. Sabes el momento justo para invocarme, te gusta jugar a mi modo, a hacer un amor lúdico, sin lazos, solo sentir satisfacción con absoluta dedicación. Las tentaciones que ingenio son tu mayor debilidad, te cuesta dominar la ansiedad en esos instantes en que me miras a los ojos.

Serenidad.

Un arquetipo del amor, ludus es mi condición, la seducción es mi elocuencia. Soy manía de quien logra entenderme, soy eso que te hace perder la cordura. 

No sabes que soy, pero me conoces.
y eso te vuelve loca.

domingo, 14 de septiembre de 2014

At night


I see them at night, just for brief moments, enough time to ask myself if I actually see, or I'm just turning insane. Im trapped a doubt, these daily journeys have me tripping into the veins of the confusion, itself .

But I keep, for some fucking reason, seeing what Im believing, and they keep appearing in every turn I try to make. They follow me, they know I can see them and they fool me. I feel them, but I can only be convinced when Im tripping. And then, at that very moment, when Im convinced the most, I just loose the faith, disappears. Im left there... alone into the feeling, hopeless.

And I guess not everything is lost when there is no hope left, there's always a little bit of insecureness, that we all like to call "luck".

martes, 19 de agosto de 2014

Somos, en general, el último suspiro de un recuerdo, atrapados entre las torres de la espiral del silencio. Una esfinge sedentaria en el "qué fue", que no conoce más que la dependencia a querer ser feliz eternamente.

viernes, 6 de junio de 2014

Desearía poder ver sin abrir los ojos, o que mis sentidos sean mis ojos si no veo, da igual, solo sentir lo que vi sin alguna vez ver. Sin ver pude entender lo diminutos que somos ante la inmensidad del mundo. Ver es sentir, pero sentir no es ver, sentir es apreciar sin mirar lo que se siente.

Si sientes más de lo que ves, enséñame a admirarte así tanto como admiro poder verte en mi mente cuando veo las luces de la noche. Te veo sin ver, pero sin sentir no te veo, te siento

lunes, 12 de mayo de 2014

Media vida

Sabía que podía ser peligroso, pero el deseo de querer intentarlo era más fuerte que la razón. Cada paso que daba restaba un minuto de mi media vida. Escuchaba sus gritos de dolor, eran voces que no me decían nada pero el ambiente lo decía todo.. y yo continuaba avanzando.

Dos caminos y yo, el largo no era una opción; el otro era un tunel oscuro que acortaría mi destino, pero curioso e iluso al fín no podía entender a qué se referían aquellas voces. Mi curiosidad ahogó mi intuición, los segundos pasaban en cámara lenta, los árboles muertos me enviaban mensajes de advertencia con sus ramas secas.. y yo continuaba avanzando.

Las sombras del tunel me arroparon, veía mi media vida en una elipsis, el desierto tunel me sabía tan bien que esperó el momento preciso para llevarme a mi destino, la luz.

-Ya falta poco

Detrás de mi en un susurro escuché, era una voz tan estremecedora que mi única alternativa era girar a ver de quién se trataba, pero no había nadie...

- Continúa

Un eco al fondo del tunel con voz de niño, tardé un instante para girar de nuevo, pero lo logré, solo para ver los ojos de una sombra enorme a cinco pulgadas de mi espacio; estaba inmovil.

La sombra colocó su mano izquierda en mi hombro derecho, me regaló una escalofriante sonrisa mientras sacaba una daga de algún lugar de su cuerpo.

Una... dos... tres... cuatro... cinco... seis...  y  ahí perdí la cuenta de cuantas veces la clavó en mi pelvis mientras sonreía;  fuera del tunel comenzó a llover, y yo era el espectador desde otra perspectiva, mientras la otra parte de mi media vida, continuaba avanzando.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Visitantes

Tenía la certeza de que mi insomnio era peculiar, no era simplemente de esos que ocurren por delirios o ansiedad. Algo raro podía ocurrir, de algo tenía que estar alerta. 

El silencio estaba más muerto de lo habitual, más que majestuosa la noche se había tornado tétrica. Las tenues luces de la calle que alumbraban las ramas de las matas dibujaban sombras con formas abstractas. Los aullidos de los perros realengos eran señales de que algo se aproximaba, no estaba seguro de lo que era pero podía sentirlo, se estaba acercando.


Un escalofrío erizó mi piel, mis sentidos se activaron como sensores infrarrojos, podía oler, oír, sentir, ver y saborear el doble de lo normal. 


Un estruendo sordo  me hizo saber que estaban ahí. Pero su estancia solo duró un instante, lo suficiente

como para estar seguro de que sentí su presencia. No temía, pero estaba petrificado, no podía moverme, solo
escuchaba cómo mi corazón enviaba pulsaciones para dejarme saber que estaba vivo. Pero ellos debían continuar su viaje astral y se marcharon dejando estelas de luz invisibles que se desvanecían en el tiempo. Yo solo tuve la dicha de presenciar tan asombroso poder.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Un chín de ti

Dame un chín de ti, déjame saber lo que sabes.
Tú eres tú y yo, uno, de aquí y allá, sin saber hasta cuando, pero ¿qué importa?
no te mortifiques, se ahora.

Ven, te invito, disfrútame sin peros ni preguntas, que las emociones se encargarán de llevarte por donde ni imaginar se aproxima a lo que te haría sentir.

Es lo que es.
Se lo que soy.
Se lo que quieras
pero conmigo.

Libre.